Después de la Pandemia: ¿Nueva realidad?
Por Raquel Pozzi *
* Argentina. Profesora en Historia. Formación académica en Universidad Flacso en Ciencias políticas y Sociología. Analista en Política Internacional en medios de comunicación escrita, radial y televisiva. Disertante en Universidad Nacional de Mar del Plata facultad Humanidades y facultad de Derecho. Especialización Medio Oriente y África. Título Profesora de Ciencias del IPA.


La complejidad geopolítica ya existía antes del COVID – 19: La guerra comercial entre China y los EEUU; la rivalidad sistémica entre Hong Kong y China; el enfrentamiento Irán – EEUU; la situación bélica entre Israel e Irán; el BREXIT; la Unión Europea inmersa en una crisis financiera; las rebeliones árabes; la nueva fase de la guerra en Siria; el co-gobierno en Libia; las variaciones cíclicas del precio del petróleo; los levantamientos en América Latina; la crisis de los refugiados; mares como cementerios de inmigrantes y tantos otros. Todo este puzle de conflictos comenzó a desandar el camino y a manifestarse nuevamente pero con variantes.
Los gobiernos –algunos en plena pandemia y otros en proceso de pos-pandemia- presumen de mayor poder de decisión debido a la transferencia de soberanía popular que el COVID-19 de manera forzosa les otorgó. Esa transferencia tácita de poder hacia las esferas gubernamentales es la que se “normalizó” creando nuevos status para transformar la realidad desde arriba.
El empoderamiento de los estados con mayor control social creó nuevos escenarios, enmarañados y distintos. Por otro lado, las relaciones interestatales del siglo XXI diseñadas bajo esquemas geopolíticos centrífugos en torno a determinadas regiones –ejemplo, la guerra en Siria- proponen un tablero de alianzas nada diferente a los tiempos de la guerra fría. Sin embargo, el factor económico será el detonante de la “des-globalización” de los conflictos y de las alianzas frente a determinados conflictos internacionales ya sea por el costo de operatividad que deberán asumir los estados o porque la atención estará centrada en recomponer las propias estructuras sociales, económicas y políticas. Las prioridades en las agendas de las burocracias políticas han cambiado y el desacoplamiento al esquema de antiguas relaciones ofrece un panorama distinto que no tiene que ver con la “Nueva normalidad” sino con un proceso de transición hacia la “Nueva Realidad”.


se establecen firmes cuestionamientos al régimen democrático, a la mayor participación en las decisiones políticas basándose en la negligencia de los estados para prever los efectos sociales y económicos, como también la discusión sobre el confinamiento social. Lo que vendrá después del COVID – 19 tendrá que ver con el resultado del tironeo de los estados y las sociedades -ya sea por el tipo de normalidad que quieran implementar- entre lo nuevo o lo viejo y entre mayor control o mayor libertad.

