Poesía es la belleza de la idea expresada con palabras dicientes; tenues, si se habla de copos; fuertes, si el tema son lazos. El amor es tenue y fuerte, es lazos y besos, como la vida, que también es sueños o cotidianidad, en un espacio que puede ser urbano, celestial o infernal cuando se narra con palabras prisioneras, manos de condenado, grilletes, cadenas entre verso y verso, ideas postradas, sentimientos apabullados, pájaros negros, alas plegadas, pico cosido, lengua cortada, crueldad, pollito sangrando.
Palabras lujuria: Plumero rozando porcelana; diminuto zunzuncito colibrí, vuelo contra tornado, reposo de guerrero sobre flor de otoño, hoja vestida de colores, palabras viajeras en polvo de alas de mariposa. (S.M.J.)


Suenan Timbres
Homenaje a Luis Vidales
Golpean, llaman.
Suenan timbres en la casa.
Alguien busca algo a horas imprevistas.
Serán de la oficina postal
o los mormones ofreciendo Biblias.
Algún extranjero despistado
o el mendigo que viene por su ración de pan.
Será la vecina que quiere hablar sobre la carestía
o su esposo el prestamista a cobrar los intereses.
Quizá el plomero
o la gitana a pronosticar malos días,
extrañas pestes y fuertes infecciones.
Quién golpeará a esta hora inoportuna.
No es el amor,
no es el hijo, ni mi padre.
Seguro será la muerte y el ropavejero
que vienen por mi cuerpo con su derrota
o el casero a desalojar,
que es lo mismo.